¿Eres de esas personas que poseen montañas y montañas de
documentos sobre su mesa o su escritorio? ¿Acaso tienes miedo de colocar todos
esos documentos en un lugar cerrado por temor a no volver a verlos? O, ¿será
que eres de esas personas que cree que para que algo exista tiene
que estar a la vista? Si ese es tu caso, la mejor manera de sentirte seguro y
desarrollar confianza de que efectivamente esos documentos todavía existen y están accesibles cuando los necesites,
es establecer un sistema que te permita guardar tus documentos y que
funcione para ti.
Una opción posible es colocarlos en
envases abiertos. Sin embargo, este tipo de envase no resulta muy
conveniente cuando se trata de una gran cantidad de documentos pues podrían ocupar demasiado espacio a menos que
los puedas colocar uno sobre otro. Los envases transparentes tienen la ventaja
de que el contenido esta visible, pero nuevamente tienen la desventaja de
que a la hora de guardarlos lo recomendable es colocar uno sobre otro lo que
puede hacer un poco difícil buscar o localizar un documento a la hora
de necesitarlo.
La mejor alternativa es hacer uso de
archivos, lo cual conlleva establecer un sistema de identificación y clasificación de documentos que se ajuste a tus
necesidades. Para fortalecer tu sentido de 'donde están los documentos', es recomendable que
de tiempo en tiempo dediques un rato a repasar qué es lo que contiene tu
archivo y la forma o manera en que lo has clasificado. Podrías aprovechar esa oportunidad para
actualizar tu archivo y eliminar todos aquellos documentos que ya no son necesarios,
revisando cada gaveta, cada sobre y cada expediente. El resultado final será
una mesa o un escritorio libre de "clutter" y un sistema de
archivo que te haga sentir seguro y confiado.