miércoles, 1 de julio de 2015

Desorganizado vs. Desordenado...


Algunas personas argumentan que se puede ser desorganizado y ordenado a la vez. Otros reconocen que son desorganizados, pero alegan que,  aun dentro de su desorganización logran  mantener un orden.  
 
¿Se puede ser ordenado y no ser organizado?
 
Estuve consultando el diccionario de la Real Academia Española (RAE) para conocer si existe  diferencia entre la palabra desorganizado(a)  y  desordenado(a)
 
Empecemos por conocer el significado de las palabras: ordenar y organizar.  De acuerdo con la RAE, ordenar significa, entre otras, "colocar de acuerdo a un plan o modo conveniente". Por otro lado, organizar significa "poner algo en orden".  Cuando uno estudia bien la definición de la palabra "ordenar" puede pensar en el concepto ordenar como algo relativo. Es decir, si el plan o el modo es conveniente y resulta que es lo más parecido a ser desorganizado entonces, sí, se puede ser ordenado y no ser organizado.  Y yo diría más,  ese es del tipo de persona de los que alegan que,  aun dentro de su desorganización logran mantener un orden.    
 
Ahora bien, cuál es el significado de las palabras desordenado y desorganizado.  Según la RAE, un desordenado  "turba, confunde y altera el buen orden con sus  acciones" ,  mientras que, un desorganizado es "alguien que desordena en sumo grado, cortando o rompiendo las relaciones existentes entre las diferentes partes de un todo".  Si combinamos ambas definiciones, podemos decir que un  desorganizado "turba, confunde y altera el buen orden en sumo grado, cortando o rompiendo las relaciones existentes entre las diferentes partes de un todo".  Entonces, podríamos concluir que no se puede ser desorganizado y ordenado a la vez porque  para ser desorganizado hay que ser desordenado.
 
Este juego de palabras resulta un poco confuso, ¿verdad?  Y tú, ¿que opinas?

Hasta la próxima...



lunes, 19 de enero de 2015

Entendiendo Nuestra Relación con el Dinero





De acuerdo con Julie Stav, autora del libro ¡El dinero que hay en Tí!,  nuestra personalidad, temperamento, esperanzas y temores son parte inherente de nuestra relación con el dinero. Si logramos definir nuestra personalidad financiera y reconocemos tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades esto nos ayudará a alcanzar la seguridad financiera que tanto deseamos.

Entérate de una vez y por todas, los sentimientos y las finanzas están interconectados. Las decisiones que tomamos con relación al dinero están determinadas en parte por nuestros propios rasgos de personalidad.

¿Sabias que los inversionistas exitosos han aprendido a actuar sin que esas características le causen complicaciones? Existen fuerzas invisibles, pero poderosas, que nos impulsan hacia nuestras metas o nos alejan de ellas. Fuerzas que no tienen nada que ver con la inteligencia, la lógica, el nivel de educación, la edad ni el origen étnico. Sin embargo, están estrechamente relacionadas con nuestro comportamiento y nuestro tipo de personalidad.

Según Julie, cada uno de nosotros se relaciona con el dinero de forma especial, y cuando comprendemos la relación personal que tenemos con éste y cómo nuestro temperamento influye en nosotros, vamos por buen camino hacia la independencia financiera.

Existen pruebas ("test") que resultan muy útiles para identificar tu tipo de personalidad financiera, aquella  con la que más te identificas o que describe mejor tu relación con el dinero. Cuando hayas identificado cuál es tu personalidad con relación al dinero y conozcas tus fortalezas y tus debilidades,  podrás adoptar alternativas financieras que se ajusten mejor a tu naturaleza y cultivar tus ventajas y no tus desventajas.
  
¿Qué te parece? Interesante, ¿verdad? Si deseas conocer más acerca de este tema, pendiente a lo nuevo en nuestra página.

Hasta pronto...