A ver, ¿con cuál de las personalidades financieras te identificas más? Aunque ninguno de nosotros pertenece exclusivamente a alguno de estos, lo cierto es que, cuando lo analizamos detenidamente nos damos cuenta de que en algunos de nosotros, uno o más de estos tipos domina sobre los demás. ¿Recuerdas que te comenté que cada SABIO[1] tiene sus ventajas? Pues sí, ¡así es! Esto es magnifico porque cuando conoces tus ventajas puedes adoptar alternativas financieras que se ajustan mejor a tu naturaleza y cultivar las mismas.
El Solidario es una persona confiada, generosa y virtuosa, muy dado a cuidar de los demás, y con una conciencia social muy elevada. Sin embargo, necesita aprender a recibir y a reclamar lo que merece. Suele ser muy trabajador, buen proveedor y no se deja seducir con facilidad por los anuncios ni por el hechizo del poder de adquisición. No les gusta ser una carga para los demás por lo que muchos suelen tener planes de ahorro para el futuro. Sin embargo, suelen ser conservadores en el manejo de sus ahorros y no sacan el mayor provecho de los mismos. Para el solidario su éxito financiero puede ser algo necesario e importante solo si representa bienestar para los que dependen de él.
El Analista posee una gran habilidad para los detalles, suelen tener un gran sentido de responsabilidad a todos los niveles, en su trabajo, socialmente y con su familia. Puede diseñar su presupuesto y cumplirlo sin muchas dificultades. Sin embargo, su destreza para detectar los más mínimos detalles podría convertirse en incapacidad para tomar decisiones financieras beneficiosas. Tiende a querer controlarlo todo, a conocer todos, pero todos, los pros y los contras antes de tomar una decisión y es muy probable que deje pasar una muy buena oportunidad. Necesita ponerse algunos límites en cuanto a esa costumbre de querer conocerlo todo antes de actuar y aprender a actuar a pesar de su temor.
El Básico no suele tener deudas, no hace gastos extravagantes y son muy estrictos con sus gastos. Poseen el arte de ahorrar y suelen ser muy hábiles para sacar cuentas. Para el Básico el dinero representa seguridad. Lo que parece absurdo es que, lo que los mueve a ahorrar en el presente es su gran temor a no contar con suficiente dinero para el futuro. Esto no es otra cosa que el gran temor a la escasez y el miedo a perder el control, lo cual lo hace limitarse y no disfrutar del bienestar que proporciona el dinero. El sentido de abundancia no proviene de acumular la mayor cantidad de dinero posible. Proviene de saber que realmente se tiene la cantidad de dinero que se necesita y el saber que puede confiar en su capacidad, sus talentos, su inteligencia y sus recursos para satisfacer sus necesidades básicas y disfrutar de bienestar.
El Impulsivo suele ser decidido, confiable, comprometido y organizado. Cuando se trata de profesionales y personas con preparación académica, su energía suele encaminarse hacia el logro de sus metas. Es por esa razón que tiene muy buenas posibilidades de alcanzar el éxito financiero siempre y cuando se lo proponga. Para lograrlo, necesita poner freno a sus impulsos de gastar dinero y dedicar un poco de tiempo y esfuerzo a organizar su economía. Si se trata de una persona que no sabe muy bien como manejar su dinero, siempre va a posponer el aprender a hacerlo. El problema es que al asumir la actitud de dejarlo para después, el después puede ser demasiado tarde. El Impulsivo necesita establecer objetivos financieros específicos que lo motive lo suficiente para actuar y ahorrar. Así como también, necesita conocer, aprender, informarse, y pedir apoyo para ayudarse en el proceso y lograr así su meta de disfrutar de estabilidad financiera.
El Osado suele ser una persona segura de sí mismo, con buena autoestima, muy dispuesto, con mucha facilidad para relacionarse, buen comunicador y sociable. Sin embargo, en cuanto a sus finanzas, puede ser del tipo de persona que tiende a evitar responsabilizarse. No suele llevar cuenta del dinero que gasta y en general, no le gusta planificar sus finanzas. Puede tomar decisiones de compra de manera impulsiva y si no logra controlar sus gastos, lo más probable es que acumulará muchas deudas y terminara sin ni siquiera poder satisfacer sus necesidades más básicas. Si desea lograr el éxito financiero, necesitará entender las posibles consecuencias de cada una de las decisiones que toma con su dinero y aprender a controlar los malos hábitos de gasto.
Aun con un ingreso muy modesto, se puede lograr la ansiada seguridad financiera. Ahorrar dinero puede ser mucho más fácil de lo que piensas. Estar al tanto de los gastos no significa que tendrás que dejar a un lado todos tus gustos. Muchos de los gastos que haces ahora de modo casi inconciente pueden evitarse sin que eso represente que dejaras de disfrutar tu vida. Es importante lograr un equilibrio. En realidad, se trata de estar conciente de tus capacidades, decidirte a tomar las riendas de tus finanzas, y asumir responsabilidades.
Hasta la próxima...
[1] @2011 Heltie Vélez González - SABIO de las Finanzas
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